Valledupar se encuentra en una zona de amenaza sísmica baja, por lo cual la probabilidad de que ocurra un sismo con efectos considerables es baja.
Cualquier información que hable sobre la futura ocurrencia de un sismo especificando la magnitud, el sitio y la fecha carece de fundamento científico.
Marta Lucía Calvache, directora técnica de Geoamenazas, del Servicio Geológico Colombiano, aclara a la opinión pública que no se puede anunciar la ocurrencia de nuevos temblores, “sencillamente porque no se pueden predecir los sismos. En el mundo no hay una técnica o sistema validado para predecirlos”.
Desde el Servicio Geológico Colombiano, antes llamado Ingeominas, la directora técnica de Geoamenazas manifestó que “el entorno geológico de Colombia hace que tengamos unas características especiales, las montañas caracterizan el paisaje colombiano y son fuentes de agua; la cordillera de los Andes se está formando y como parte intrínseca de esa formación ocurren sismos”., puntualizó.
Con respecto a Valledupar, en donde ocurrieron dos sismos (14 y 23 de marzo); a algunos kilómetros al norte se encuentran dos fallas llamadas Falla Río Seco y Falla Nueva Tierra, sin embargo, no es necesario que una falla pase bajo un lugar para que en caso de un sismo asociado a esta tenga algún tipo de repercusión o efecto en el área circundante.
Precisó además que para mitigar la ocurrencia de los sismos, se debe conocer el terreno, diseñar y construir las edificaciones de acuerdo a esas condiciones del terreno –lo que se conoce como construcción sismo resistente-. De esta forma, si ocurre un sismo, las construcciones soportan mejor y no ocurren grandes tragedias.
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